lunes, 14 de abril de 2014

TRABAJANDO LOS SENTIMIENTOS EN EL MALTRATO:

Esta sesión en la que hemos trabajado el tema de la violencia en las aulas, y los sentimientos que sienten los implicados, en este acto, me ha parecido una de las clases más interesantes de este curso, ya que, no solo hemos visto desde una perspectiva más teórica, sino que hemos expuesto nuestras ideas acerca de lo que se hace bien o se hace mal. También nos ha servido para recordar si en nuestros colegios ocurrían casos así, y como los profesores intervenían o pasaban del tema.
¿Por qué a mí? El caso de José Ángel
Llegué al instituto, eran las ocho de la mañana. Como todos los días, al entrar en clase, Antonio me cogió la mochila, la abrió, sacó todos los libros y los tiró por el suelo. Toda la clase reía y sólo mi grupo de amigos (tres que tengo) se quedaba perplejo por lo que siempre me ocurría. No se atrevían a ayudarme. Un día lo intentaron y fueron saqueadas sus mochilas. Después de esto mi papel era recoger los libros y callarme. Este día fue distinto, ya no podía más, no sabía que pudieran llegar a este extremo. Como de costumbre me abrieron mi mochila, pero esta vez mis libros acabaron en el water; después empezaron a pegarme, hasta el punto de que tuve que ir al hospital lleno de moratones. En esos momentos, por mi mente sólo pasaba una pregunta ¿por qué a mí?  (José Ángel, 12 años).
·         ¿Qué crees que siente el agresor?
Superioridad, poder, dominación y egocentrismo.
·         ¿Qué sentimientos crees que siente la víctima?
Miedo, tristeza, impotencia, resignación, dolor e inferioridad.
·         ¿Qué sentimientos crees que tienen el resto de la clase?
Impotencia, miedo por un lado y por otro verán la situación graciosa y divertida, presión de grupo.
·         ¿Ha ocurrido alguna situación parecida en tu clase? ¿Qué pasó? ¿Cómo reaccionó la clase? ¿Qué se hizo? ¿Qué cosas se podrían haber hecho también?
Si, en clase de nuestro compañero Jaime, había un chico, con el que se metían a menudo porque durante el almuerzo en el comedor, siempre comía lechuga. No se hizo nada al respecto, el profesor hacía la vista gorda, pasando de la situación.
El profesor debería haber intercedido, hablando con los compañeros y con el niño, he intentando normalizar la situación, proponiendo el día de la verdura en el comedor, o algo así, para que los compañeros no vieran de manera extraña que el niño comiera eso.


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